Para ganar, hay que saber sufrir. El dicho le cabe como anillo al dedo a este River versión 2014, pese a que esta vez el resultado le sonrió con mayor amplitud que la habitual: 2-0 sobre Atlético Rafaela para quedar a un solo punto del líder Estudiantes, su próximo rival.
Tras jugar un deslucido primer tiempo, en que los palos le jugaron dos veces a favor, y pese a algunos sobresaltos en el complemento, la lesión de Barovero y un penal errado por Cavenaghi, la conexión colombiana de Carlos Carbonero y Teófilo Gutiérrez le dio al equipo de Ramón Díaz un triunfo vital.
Por media hora no pasó casi nada en Núñez. A los 29’, sonó el despertador para el “Millo”, con una triple chance de Rafaela, palo de Rodales incluido. De contra, Teo la tiró afuera. A partir de entonces, se encendió el partido y el equipo de Ramón salió a ganarlo, por ambas bandas. Cavenaghi no llegó en una; Carbonero abrió mucho el pie en otra. Y Atlético respondió con una joyita de Bastía, un taco a lo “Zlatan” (Ibrahimovic) que Barovero vio cómo pegaba en el palo primero, luego en su pecho, otra vez en el palo y el rebote le quedaba a Vera. “Trapito” barrió el piso y salvó el gol.
Luego del descanso, el local inclinó la cancha. Y Carbonero rompió el cero. Burruchaga metió dos cambios que su equipo pedía a gritos y ahí nomás se desgarró Barovero en su pierna derecha, justo el día del homenaje previo al gran Amadeo Carrizo, ahora presidente honorario del club.
De Petris se comió un gol y en la contra Conde cortó con falta en el área la escapada de Teo. Roja al arquero y penal de Cavenaghi al travesaño, ante Marinelli, que debutaba y que pertenece a River. Quedaba un cuarto de hora y los hinchas pedían al “Keko” Villalba Teo no había jugado bien, pero, se sabe, el colombiano tiene talento. Y a los 85’, Carbonero asistió a su compatriota, quien sacó un latigazo al segundo palo. Golazo, fin de la historia y fiesta en las tribunas.